La Importancia del Cuento
en el Jardín Infantil y Primer año
Cómo se relaciona el lector con el cuento, con el libro, con la lectura:
No es novedoso decir que el lector comienza a formarse aun antes de aprender a leer. Sin embargo, no está de más recordarlo.
El primer contacto del niño con la literatura es a través de las canciones de cuna, es decir, a través de la literatura oral. Más tarde será el cuento narrado o leído por la madre, la abuela o algún otro ser querido. Luego prosigue en el jardín infantil donde el libro-objeto cobra importancia material y se transforma en un juguete más al alcance de los niños (o, por lo menos, sería deseable que así fuese) y, finalmente, llega a la lectura directa por parte del niño que comienza su alfabetización en el primer año de la EGB.
Aunque en el nivel inicial todavía no sabe leer, el niño se acerca a los libros con curiosidad y placer y, mientras juega a que lee, va descubriendo que hay diferencia entre lo que son letras, los números o cualquier otro signo o dibujo; descubre también que no sólo hay letras, sino que éstas forman palabras y que las mismas se leen de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. Sabe, además, que la fascinación del cuento que el adulto narra o lee, se escapa de ese libro que él puede hojear, tocar y sentir. Es, por lo tanto, en esta etapa inicial cuando debemos comenzar con el fomento y desarrollo de la lectura. Es entonces cuando tenemos que comprender la verdadera importancia que tiene ese contacto físico con el libro-objeto, para su formación lectora.
Cabe recordar que, entre los tres y los cinco años, los niños utilizan un lenguaje reducido (lenguaje activo), pero pueden comprender mayor número de palabras de las que manejan (lenguaje pasivo).
Ellos ya son capaces de enumerar los personajes y objetos que aparecen en las láminas; juegan con las palabras y disfrutan con su sonoridad; les encanta aprender nuevos vocablos y se divierten con la rima. Además desean que le cuenten el mismo cuento hasta la saciedad. Les gustan los cuentos que responden a su realidad (hogar, jardín infantil, sus animales y juguetes). Tienen sentido del humor y se interesan por lo cómico y el absurdo. Les deleita fantasear.
EL SOL Un nuevo día, había llegado, y nuestro amigo el Sol ya estaba listo para salir.
Desde bien temprano, ya estaba preparándose para que el día fuera " Un Gran Día”.
Sin darse cuenta llegó su hora y el cielo se vistió de luz y color.
Nuestro amigo el sol estaba muy contento, pues ninguna de esas nubes traviesas había venido a tapar su resplandor hoy.
Desde el cielo, veía a los niños jugar y reír en el parque, la playa... y se sentía feliz porque sabía que en parte era gracias a él. Observando a un grupo de niños, escuchó como contaban lo que iban a hacer cuando se hiciera de noche, el Sol escuchó muy atento como uno de esos niños decía: " Que ganas tengo de que se haga hoy de noche, porque son las fiestas de mi pueblo y esta noche van a celebrarlo, llenando el cielo de brillante cohetes, cohetes que son como estrellas..."
El Sol se puso muy triste y no quiso seguir escuchando. El también tenía ganas de ver esos cohetes, pero sabía que no podía ser.
Llegó la noche y el Sol se escondió. Esa noche estuvo muy triste pensando en lo bien que se lo estaría pasando todos viendo esos bonitos cohetes.
Tan triste estaba que estuvo varios días sin salir, se pasaba todo el día escondido.
Un día cansado de esa soledad decidió salir y se dio cuenta de que todos al verle estaban muy contentos y se notaba que le habían echado mucho de menos.
Entonces se sintió muy feliz y se dio cuenta de que, aunque no siempre podemos hacer lo que nos gusta debemos sentirnos felices de lo que somos e intentar que todos los demás también lo sean.
Fin